Muchas marcas se esfuerzan por parecer auténticas, pero la historia de Puig no necesita artificios: es la de una familia que, generación tras generación, ha sabido transformar una pequeña empresa de perfumes en una firma global de creatividad, belleza y lujo. Desde las sobremesas en la casa de Les Ginesteres de Vilassar de Dalt, donde Antonio Puig Castelló transmitía sus valores alrededor de la mesa, hasta las torres de cristal en l’Hospitalet de Llobregat —la primera firmada por Rafael Moneo, la segunda, inaugurada en 2024, por el estudio GCA Architects—, el trayecto de Puig es, ante todo, un relato sobre cómo la creatividad puede encarnar valores, traducir emociones y hacer crecer un legado.

Esa historia se condensa en Puig, home of creativity, el libro editado por Rizzoli que celeb

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