En el corazón del Renacimiento italiano, en la culta Verona del siglo XVI, vivió un hombre que fue médico, filósofo y poeta: Girolamo Fracastoro (1478-1553). Formado en Padua y miembro de una ilustre familia, encarna la figura del sabio que, a la manera de los clásicos, une el rigor de la observación médica con la imaginación literaria y la búsqueda de belleza en las palabras. Fue un médico que escribía, un poeta que razonaba sobre enfermedades, y un pensador que, siglos antes de Pasteur, intuyó la existencia de partículas invisibles responsables del contagio.

Fracastoro dejó varias obras, todas ellas de alto estilo humanista. Una de las más curiosas y menos recordadas es De sympathia et antipathia rerum , donde reflexiona sobre las fuerzas de atracción y repulsión que gobiernan la na

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