La historia de una líder política suele comenzar mucho antes de su llegada a los despachos oficiales. En muchos casos, esos primeros años determinan no solo la manera en que se relacionan con la gente, sino también la forma en que entienden los problemas de sus comunidades.

En el estado de Nueva York, uno de los nombres que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años es Kathy Hochul. La gobernadora no nació en el poder ni en la comodidad: su relato está marcado por la resiliencia de su familia en tiempos difíciles.

Buffalo, una ciudad del norte del estado, fue el escenario donde su historia empezó a escribirse. La región, atravesada por crisis industriales y económicas, moldeó a generaciones enteras que debieron aprender a salir adelante con pocos recursos.

La infancia de Hoch

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