Q uien dijo miedo. Seguramente sabiendo que Estados Unidos alinearía una pareja que encendiera al público americano desde el primer rayo de sol, nada mejor que DeChambeau-Thomas, Luke Donald ha escogido como oponentes a su pareja más volcánica: Jon Rahm y Tyrrell Hatton, dos íntimos amigos, con experiencia en la competición y en situaciones hostiles, indiferentes al ruido que pueda existir fuera de las cuerdas. Frente al fuego, qué mejor que un contrafuego.
A Jon, que adora revisar pasajes de Seve Ballesteros para poner al genio cántabro como espejo, J osé María Olazábal, uno de los vicecapitanes de Donald, le podría recordar que así empezó la Ryder Cup de Kiawah Island en 1991. Seguramente, el partido más tenso que ha existido en la historia de la competición.
Abrió la eterna pareja