La moneda de Argentina, el peso, soportó altibajos ayer jueves, con la inesperada llegada de 7.000 millones de dólares comprometidos desde el poderoso sector agroexportador y el firme apoyo del Tesoro de Estados Unidos a la política financiera del Gobierno, lo que cambió abruptamente el humor inversor en los mercados.
En medio de una preocupante turbulencia de las plazas locales la semana pasada, la administración del presidente de la Nación, Javier Milei, quitó temporalmente la tasa a las exportaciones de granos para asegurarse en solo dos días un millonario volumen, que aporta oxígeno al golpeado peso.
Cumplido muy rápidamente el objetivo, el Gobierno dispuso reanudar los impuestos a las exportaciones de granos y sus derivados industriales, informó el miércoles por la noche la agencia