Un conocido bloguero de jardinería asegura que la clave para mejorar el rendimiento y la calidad de las fresas no está en la primavera, sino en un paso sencillo que debe hacerse solo una vez en septiembre.

“Si eres demasiado perezoso para fertilizar en septiembre, en primavera, incluso con súper plántulas y súper fertilizantes, es posible que no obtengas el resultado deseado”, advierte el autor.

El secreto: sembrar avena

El consejo es claro: tras aflojar ligeramente la tierra donde crecen las fresas, conviene sembrar avena en septiembre.“Utilizo aproximadamente 1,5 kilos de avena por cada cien metros cuadrados”, explicó el jardinero. Para lograr una siembra uniforme, simplemente esparce las semillas directamente sobre el suelo y luego las cubre con una fina capa de tierra.

Un trabajo

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