Cristina Sinde lleva años enseñando a futuros conductores cómo enfrentarse a los exámenes de tráfico. Desde su aula en la autoescuela SC20, en Santiago de Compostela , ha visto pasar generaciones de alumnos que, con más o menos miedo, llegaban a clase sabiendo que, si memorizaban bien los test, tenían medio aprobado asegurado.
Pero eso está a punto de cambiar. A partir del primer semestre de 2026, el examen teórico del carnet de conducir dejará de ser esa prueba predecible que tantos superaban tras repetir los mismos tests. La Dirección General de Tráfico (DGT) da un giro a su metodología. Y Cristina, como muchas otras profesoras, ya se está preparando.
“Es una buena idea”, comenta, con naturalidad. “Es importante que la gente se adapte a la situación que se va a encontrar en la carr