Un monumento histórico, en riesgo. El panteón de los Guijarro , ubicado en Villafranqueza y visible desde la autovía, ha vivido mejores días. Construido entre 1799 y 1803 por el maestro de obras Vicente Ramón García, el monumento, concebido originalmente como lugar de enterramiento para la familia Guijarro y estación final de un vía crucis, se encuentra estos días en un estado preocupante. La cúpula muestra varias de sus características tejas azules caídas, mientras las paredes están marcadas por grafitis y desconchones . Entre la maleza del recinto aún permanecen las coronas de flores que se dejaron el pasado 15 de febrero, en el homenaje a los Mártires de la Libertad , tras un acto organizado por el Ayuntamiento de Alicante.
El entorno tampoco acompaña: matorrales secos,