Cuando las personas llegaron —la madrugada del miércoles— a una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas para citas de rutina se vieron envueltas en un caos: un día normal se convirtió en una pesadilla que puso en peligro su vida.

Agudos disparos perforaron el aire matutino. Fuertes y estremecedores golpes resonaron en el hormigón. Dentro del edificio, los oficiales gritaron advertencias: un francotirador estaba disparando.

Desde la azotea de un edificio cercano, el atacante, posteriormente identificado como Joshua Jahn, estaba disparando.

El tiroteo comenzó alrededor de las 6:30 a.m. y las balas “rociaron todo el edificio, las ventanas y las camionetas policiales que se encontraban en la zona de la puerta de entrada”, según informó Nancy Larson, fisc

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