Felipe no es solo un perro. Para Luna y su mamá, Belén, es parte de la familia, guardián de secretos y compañero inseparable. Desde el día de su desaparición, madre e hija recorren calles, tocan timbres y colocan carteles con su foto, pidiendo ayuda a los vecinos.

El dibujo de Luna, donde aparece Felipe junto a una “novia caniche” y Estrella, la gatita de la familia, se volvió viral. “Es su forma de decir ‘te espero’”, cuenta Belén con emoción. La niña incluso llevó una foto de Felipe durante la procesión del Señor y la Virgen del Milagro , pidiendo por su regreso.

Cada gesto de Luna refleja la inocencia y la fuerza del amor infantil: mientras se prepara para un torneo de hockey en otra ciudad, sueña con que, al volver, su perrito esté esperándola en la puerta.

La familia sigue buscan

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