Una ginebra nacida del viñedo aragonés y destilada con pulso artesano está ganando terreno —sin alardes, pero con constancia— entre cocteleras y botellitas de tónica. Se llama Vínica y su singularidad empieza por la base: a diferencia de la mayoría de ginebras, cuyo alcohol procede de cereales malteados , Vínica nace de alcohol vínico aragonés , lo que, según sus creadores, mantiene “el alma y la esencia” del vino en cada copa.

Botánicos que huelen a viña y a monte

El proceso arranca con la maceración del enebro —columna vertebral de cualquier London Dry— a la que se suman once botánicos que evocan el paisaje local: hinojo, ciruela, manzana, cilantro, diente de león, tomillo, regaliz, aceituna, pimienta negra, hierbabuena y cardamomo . Tras extraer sus esencias, esa bas

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