El momento de “cueste lo que cueste” que Argentina mantuvo con Estados Unidos esta semana podría haberle dado al país su mejor oportunidad para escapar de décadas de caóticos impagos de deuda y rescates, de acuerdo con los inversores. Pero todo depende de las elecciones nacionales de octubre.

Los activos argentinos se dispararon después de que el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, declarara que “todas las opciones” estaban sobre la mesa para estabilizar el país y apoyar al presidente Javier Milei, un aliado ideológico cuya drástica política de austeridad fue políticamente costosa, como lo demostró su derrota en las elecciones provinciales de Buenos Aires del 7 de septiembre.

La intervención de Washington revirtió parcialmente la caída del mercado provocada por el bajo r

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