A la práctica de ver cómo el turrón inunda las estanterías de los supermercados cada vez más temprano, se suman también los roscones de Navidad . La tradicional confitería Glaccé, situada en la céntrica Menéndez Pelayo, ha vuelto a reproducir las clásicas colas del día de Reyes por su inminente cierre. Son muchos los coruñeses previsores que acuden estos días a comprar su roscón para congelarlo y asegurarse el dulce de Glaccé en estas navidades. Es tanta la demanda que esta mañana el establecimiento se ha quedado sin existencias y ha anunciado que mañana, sábado, despachará los últimos roscones de Navidad antes de su cierre, previsto para este domingo 28. Habrá que madrugar para lograr la última oportunidad de hacerse con un roscón de Navidad de la confitería Glaccé , que

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