Acosado por sicarios y amenazas de amaño de partidos, el fútbol se convirtió en un deporte de alto riesgo en Ecuador. La violencia narco que asola al país tomó las canchas y deja tres jugadores profesionales asesinados en menos de un mes.
Los festejos por la clasificación de la Tricolor al Mundial de Norteamérica de 2026 ocurren en un contexto agridulce cuando el país registra el peor pico de homicidios de su historia . El rey de los deportes no pudo blindarse del narco envalentonado.
Hace una semana el volante Jonathan González, de 31 años, estaba en su casa del conflictivo puerto de Esmeraldas, en la frontera con Colombia. Hombres en motocicleta le dispararon en la cabeza tras negarse a amañar un partido.
"Speedy", como lo conocían, "era un chico sano y murió por las apues