El presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez Najar, participó este viernes en el Congreso Nacional de Comerciantes en Medellín, donde su discurso resonó entre los asistentes, generando una ola de aplausos. En su intervención, destacó la importancia del comercio, la independencia de la justicia y los desafíos que enfrentan los países en la actualidad.
Ibáñez Najar comenzó su discurso celebrando los 80 años de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en un contexto desafiante para Colombia. Subrayó la necesidad de unidad, visión de país y compromiso constitucional, enfatizando que su responsabilidad como presidente del alto tribunal es garantizar la estabilidad del Estado. Citó a John Locke, afirmando que "solo es posible gobernar a la sociedad mediante leyes permanentes establecidas, promulgadas y conocidas por el pueblo, y no mediante decretos improvisados". Esta afirmación fue recibida con aplausos prolongados por parte de los asistentes.
El magistrado también resaltó que el sector del comercio es fundamental no solo por su contribución a la riqueza del país, sino también como un indicador de la salud económica. "Si al comercio le va bien, a la economía le va bien. El empresariado colombiano constituye una verdadera columna vertebral de nuestra economía y democracia", afirmó. Citando a Montesquieu, agregó que "el comercio es un remedio para los prejuicios más destructivos" y a Alexis de Tocqueville, quien dijo que "el comercio ama la moderación, se deleita en el compromiso".
Ibáñez Najar abordó la confianza institucional, señalando que el mundo enfrenta retos que requieren una reflexión sobre el trabajo de los jueces constitucionales, cuyo deber es defender el orden constitucional y el Estado social de derecho. Enumeró varios problemas que afectan a las naciones, advirtiendo que las democracias no mueren de golpe, sino que se erosionan gradualmente. Mencionó el populismo autoritario como un ejemplo de cómo se busca concentrar el poder.
El presidente de la Corte también expresó su preocupación por la polarización extrema que fractura el tejido social, la aceptación de estructuras criminales asociadas al narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas, la extorsión y la corrupción. Además, alertó sobre la "toma de las instituciones por parte de autócratas" que utilizan la democracia para llegar al poder y luego la destruyen desde dentro.
Finalmente, Ibáñez Najar concluyó que es crucial enfrentar este contexto para evitar un retroceso institucional que conduzca a un "oscurantismo constitucional". Su discurso resalta la necesidad de proteger la democracia y el estado de derecho en Colombia.