[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE LA CASA GUINNESS]

Dinero, poder, rebelión. Las palabras se suceden frente a la pantalla acompañando imágenes de fuego y granos de cerveza. Un hombre con chistera camina dándonos la espalda por una fábrica, casi como si nos condujera por ella. "Sr. Rafferty, ¿cree que habrá problemas hoy?", le pregunta un trabajador. "El apellido del hombre es Guinness", responde el matón trajeado de James Norton con un marcado acento irlandés mientras da una calada al cigarrillo: "Por supuesto que habrá problemas".

Es 27 de mayo de 1868 y el féretro acristalado del fundador Sir Benjamin Guinness se dispone a abandonar la cervecería Guinness en St. James's Gate camino a la celebración del funeral en la catedral. Como bien vaticinaba Rafferty, el arranque de La casa Guin

See Full Page