Desde 1944, en las montañas de San Antonio, Tolima, la finca Pensilvania ha sido hogar de generaciones dedicadas al cultivo del café . Con variedades arábicas como caturra, castillo y Colombia.

Los integrantes de la familia Sanabria han perfeccionado sus procesos con el paso del tiempo, combinando tradición y técnica para producir un café de alta calidad. Pasadas ocho décadas desde su inicio, este legado continúa a través de Lorena Sanabria, copropietaria de la empresa Pensilvania Café, que honra esa historia con visión empresarial y pasión por el grano.

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Lo que empezó como una venta informal para los amigos y familiares, se transformó en una marca estructurada. El primer paso fue obtener el reg

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