Se cierra un ciclo que trasciende más allá de los diamantes, junto a Pablo “Borrega” Tamez. Después de 41 años de entrega inquebrantable, damos gracias no solo al coach, sino al mentor, guía y compañero de tantas generaciones que encontraron en su liderazgo una inspiración para crecer dentro y fuera del campo.

Su acompañamiento en cada competencia fue mucho más que presencia: fue respaldo, confianza y fe en cada uno de sus jugadores. En cada entrenamiento dejó enseñanzas que iban más allá de la técnica; fueron lecciones de disciplina, esfuerzo, carácter y amor por el juego.

Y en cada juego, con su entereza, demostró que el béisbol no es únicamente un deporte, sino una escuela de vida donde el coraje, la estrategia y la pasión se entrelazan. Quedan cientos de anécdotas guardadas en la mem

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