Pocos personajes han sido tan odiados en una serie de televisión como lo fue Joffrey Baratheon en Juego de tronos. El hijo de Cersei atemorizó a todo Poniente durante las cuatro primeras temporadas de la ficción de Max, y su personaje se ganó la profunda animadversión de los seguidores de la ficción tanto en España como en todo el mundo. Eso sí, gran parte por la gran interpretación que hizo Jack Gleeson.

El actor se convirtió en el gran villano de Juego de tronos gracias a su falta de escrúpulos, algo que sufrieron en sus carnes Sansa Stark (Sophie Turner) o su tío Tyrion Lannister (Peter Dinklage). La personalidad de Joffrey contrasta con la del propio Jack Gleeson, ya que el irlandés es una persona muy tranquila que incluso llegó a dejar la actuación tras la muerte del rey de Poniente

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