Impresiona el aspecto del campo de fútbol de Alfafar , comparado con el estado en el que quedó hace once mese s tras la devastadora dana del 29 de octubre de 2024 . La instalación, arrasada inicialmente por la fuerza del agua -que dejó una marca de barro de 1,50 metros de altura -, sufrió después los aplastantes efectos de reconvertirse en cementerio de coches y escombros durante semanas.

Quedaron en pie las torres de luz –sin suministro eléctrico, por supuesto- y el edificio de vestuarios . Todo lo que engulló el agua (puertas, mobiliario, documentos, material de oficina e instalaciones eléctricas y sanitarias) quedó reducido a cascotes y desperdicios . Los únicos testigos mudos de lo que pasó allí hace casi un año son los bancos y percheros de los vestuarios que ahora,

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