La infanta Cristina atraviesa uno de los momentos más amargos de su vida personal. No se trata de su divorcio con Iñaki Urdangarin ni del caso Nóos que marcó para siempre su reputación, sino de algo mucho más íntimo: la indiferencia de Leonor y Sofía hacia sus hijos . Desde la fiesta por el 18 cumpleaños de la heredera, los primos no han vuelto a coincidir ni a mantener contacto alguno, una situación que la hija de Juan Carlos I lleva muy mal .
Aunque en público Cristina intenta mantener una sonrisa diplomática, en privado confiesa a sus allegados que esta “fría distancia” entre las nuevas generaciones de Borbón es para ella una auténtica tragedia. En su entorno aseguran que la relación entre los jóvenes está prácticamente rota y que ni Irene, ni Juan, ni Miguel, ni Pablo tienen ca