La medicina suele comenzar con lo que llaman “prueba ocular”: un vistazo rápido al paciente para estimar si aparenta mayor o menor edad que la registrada en su historia clínica. Esa intuición puede condicionar decisiones sobre estudios o tratamientos. Ahora, la inteligencia artificial busca transformar ese juicio inicial en un cálculo científico.

Un grupo de investigadores de Estados Unidos y Europa entrenó un algoritmo llamado FaceAge y los resultados fueron publicados en la revista The Lancet Digital Health. A partir de una simple selfie, el sistema estima la edad biológica del organismo, que no siempre coincide con la cronológica.

Los resultados sorprendieron: al analizar a miles de pacientes con cáncer, FaceAge determinó que, en promedio, su cuerpo lucía cinco años más viejo

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