Por Jesús Pérez Caballero Escrito en OPINIÓN el 27/9/2025 · 05:00 hs Última actualización: 26/9/2025 · 20:42 hs

Caminamos por la orilla de la playa de Gandía (Valencia, España) y, a cada metro y medio, hay una pila de medusas blancas, amarronadas o violetas. Los bañistas las sacan del Mediterráneo, las amontonan, ocho, nueve y, a su alrededor, trazan círculos concéntricos en la arena. Ellos dicen que demarcan el perímetro del peligro. Lo que creo yo es que se dan importancia en una tarea, aun útil y cortés, precaria y burdísima; y que, algunos, hacen como si, con esos montones, tapasen unos tubos de donde, imaginariamente, la felicidad brotase transformada en estos bichejos. En el mar, niños y señores aburridos auscultan que no haya más; éstos solícitos, reconocibles por e

See Full Page