Pasaron varios comicios provinciales este año, y se viene, en un mes, la elección nacional de medio término. No se advierte, ni aún así, que la dirigencia política esté preocupada por la crisis educativa; mucho menos, que esté ocupada en adecuar los sistemas de enseñanza a las exigencias sociales y económicas del mundo moderno. No se percibe el menor interés, aunque todos/as sabemos que, si no se trabaja fuertemente en ese campo, no podremos evitar la decadencia como sociedad.

La premisa de los países más desarrollados, hoy, es revisar lo que denominan “capital social”, esto es, los resultados concretos de la educación básica en su población -el ciclo completo primaria y secundaria- chequeando con precisión los resultados, la inversión y la eficacia del sistema. El objetivo es adecuar tan

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