La ciudad de Sevilla se viste de deporte, de música y de luces cada final de septiembre para vivir una de sus citas más multitudinarias: la Carrera Nocturna del Guadalquivir , que este año congrega a más de 25.000 personas dispuestas a recorrer los más de ocho kilómetros de su trazado. Una fiesta del atletismo popular que convierte la noche hispalense en un mar de camisetas y zapatillas.

Pero en esta edición hay un grupo de corredores y caminantes que no buscan marca personal ni superar tiempos. Su reto es otro: dar visibilidad a una enfermedad rara y reclamar medidas para salvar vidas . Caminan por J uan, por Álvaro, por Zenón, por Jaime, por Guille, por Daniel, por Antonio… y por todos los niños de Andalucía que padecen adrenoleucodistrofia , una enfermedad neurodegenerativ

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