Los resultados de un nuevo ensayo clínico confirman el impacto positivo de los ácidos grasos omega-3 en el tratamiento complementario de la hipertensión arterial y la inflamación crónica, dos de los mayores desafíos para la salud cardiovascular. Según el estudio, la utilización diaria con 2 gramos de ácidos grasos omega-3 durante 12 semanas logró reducir significativamente la inflamación, mejorar el control de la presión arterial y disminuir la rigidez de las arterias en pacientes con hipertensión y dislipidemia (colesterol elevado), todos bajo tratamiento médico estable.
El estudio, llamado OMECARDIO, fue realizado por investigadores independientes del Centro Médico Santa María de la Salud, el Hospital Universitario Austral y el Instituto BIOMED (UCA-CONICET), y evaluó los efectos de una