Carlos Alcaraz dejó de lado la dolencia en el tobillo izquierdo que sufrió en el encuentro de segunda ronda y ganó sin excesivos contratiempos al belga Zizou Bergs (6-4 y 6-3) para alcanzar los cuartos de final del torneo de Tokio, donde le espera el estadounidense Brandon Nakashima.
La cautela con la que el número uno del mundo ha tratado las consecuencias del resbalón del pasado jueves, ante el argentino Sebastián Báez, han surtido efecto. El murciano no entrenó el viernes, jornada de descanso para él, y antes del inicio del choque de octavos contra Bergs se probó sobre la pista.
Una protección en la zona dañada, en el pie izquierdo donde sufrió la torcedura, fue el único síntoma aparente del preocupante tropiezo en la cancha ante Báez. Después, en acción, no dio síntomas Alcaraz de mo