La historia de los campos clandestinos de detención durante la última dictadura militar argentina está escrita en el dolor de las ausencias, en la búsqueda incansable de verdad y en la dignidad de quienes no bajaron los brazos a pesar del tiempo. Hoy, esa historia vuelve a encontrar un capítulo clave: el hallazgo de restos humanos en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención "La Perla", en Córdoba.

Este descubrimiento, anunciado por el juez federal Hugo Vaca Narvaja, representa mucho más que un dato judicial: es una puerta entreabierta a la posibilidad de cerrar heridas, a poner fin a la incertidumbre interminable, a dar nombre y entierro a quienes fueron secuestrados, torturados y asesinados por el terrorismo de Estado.

Entre las voces que mejor expresan el alcance hum

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