Rodrigo Grosso tiene 33 años, es vecino de Lomas de Zamora y desde hace más de una década lleva una vida marcada por los viajes. Hoy se encuentra en plena travesía por la Vía Francígena, el histórico camino de peregrinación que une Canterbury (Inglaterra) con la Plaza San Pedro en el Vaticano , a pocos días de llegar.

Rodrigo comenzó la caminata el 14 de junio de este año y lleva ya más de tres meses recorriendo el camino. “No hay un único objetivo en este viaje –explica–. Me gusta caminar, es Año Jubilar y quería dar a conocer la ruta, que sigue siendo poco difundida en comparación con el Camino de Santiago”, dice en diálogo con El Diario Sur, aunque no se define como especialmente religioso.

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