Las marcas, como listones, atravesaban la zona de la cintura del niño, por entonces de 6 años (hoy tiene 7). El descubrimiento de esas lesiones, el 1 de enero pasado, ocasionó un enésimo cruce entre sus padres separados, con una denuncia de la madre, que acusó al progenitor de agredir a su hijo con un talero, porque le había arrojado sin querer el teléfono al piso. Al cabo de un juicio, el fiscal Leonardo Arancibia (UFI CAVIG), consideró corroboradas las heridas y entendió probada la vinculación de su padre al delito de lesiones leves agravadas por el vínculo, principalmente, por el informe de un médico y por los dichos del menor al ser entrevistado por psicólogos con el sistema de Cámara Gesell. Por eso le pidió al juez, Juan Gabriel Meglioli, que lo condenara a 1 año y 6 meses en susp

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