“Nos alimentamos de la nostalgia”. Con esa frase podría resumirse el espíritu de “Toy Story 30: exposición aniversario”, la muestra que abre sus puertas en el Palacio Libertad (ex-Centro Cultural Kirchner). Un recorrido que invita a volver a la infancia, a conectarse con los recuerdos que marcaron generaciones enteras y a recuperar, aunque sea por un rato, la magia de jugar.
En tiempos convulsionados y bastante difíciles, esa vuelta a lo que nos hizo felices es también una forma de alivio. La nostalgia, lejos de ser tristeza, puede convertirse en un refugio, en un motor de identidad y en un impulso creativo. Y eso es lo que propone esta exhibición: un viaje de 1000 m² que celebra el legado de la primera película animada íntegramente en computadora, estrenada en 1995, y que se transformó e