Habitantes de la calle Ostende, en Corapal parte baja, denunciaron l un bote de aguas servidas que permanece desde hace varios meses y que afecta la salud y el ambiente.

En las cercanías del rebose se encuentra un preescolar, lo que genera preocupación entre los residentes, quienes advierten que el agua putrefacta puede provocar enfermedades tanto en los niños como en los vecino.

Adicionalmente, entre la calle Ostende y la calle San Sebastián se encuentra una alcantarilla sin tapa, con una profundidad aproximada de tres metros. Según los habitantes, esta situación ha sido responsable de múltiples accidentes y constituye un peligro latente para peatones y conductores.

Los vecinos hacen un llamado a la Alcaldía para que atiendan estas problemáticas, que ponen en riesgo la salud y la segur

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