Gallinas que picotean en su corral, un pequeño estanque con vegetación acuática, huertos escolares, aromáticas, zonas de equilibrio y hasta un ágora al aire libre para asambleas y representaciones. Así es el patio del CEIP Juan Sobrarias de Alcañiz, un espacio que en apenas un año se ha transformado en un auténtico laboratorio verde donde los niños aprenden a convivir con la naturaleza al tiempo que disfrutan de su recreo.
Este viernes, el centro fue escenario de una visita muy especial. Cerca de 70 representantes de doce países mediterráneos, participantes en el proyecto europeo Cardimed, conocieron de primera mano cómo la renaturalización puede mejorar la vida de un colegio. No fueron técnicos ni políticos quienes hicieron de guías, sino los propios alumnos de sexto, que explicaron con