En un paso clave para la seguridad regional, los gobiernos de Colombia y Panamá han fortalecido su cooperación bilateral para enfrentar de manera conjunta al crimen organizado que opera en la frontera compartida , especialmente en lo relacionado con el narcotráfico y el accionar del Clan del Golfo. Durante una reunión de alto nivel entre autoridades de defensa y seguridad de ambos países, se acordaron mecanismos de inteligencia compartida, operativos coordinados y monitoreo conjunto en zonas críticas como el Darién, corredor estratégico para el tránsito ilegal de personas, drogas y armas. Este esfuerzo busca frenar no solo la expansión de grupos armados transnacionales, sino también el impacto humanitario y ambiental que deja a su paso el narcotráfico por esa región selvática.
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