En Argentina, los créditos hipotecarios se dividen en dos grandes grupos: los tradicionales, con cuotas más estables, y los UVA, que se ajustan por inflación a través del índice CER.
Los préstamos tradicionales ofrecen mayor previsibilidad, aunque con tasas iniciales más altas. Los UVA, en cambio, permiten ingresar con una cuota más baja, pero exponen al tomador a la volatilidad inflacionaria.
"En 2025 no hay un crédito mejor en abstracto', todo depende de los ingresos, ahorros y tolerancia al riesgo de cada familia", explicó un asesor financiero.
Qué perfil se ajusta a cada modalidad
El crédito tradicional suele convenir a hogares con ingresos estables, bajo margen de maniobra y necesidad de previsibilidad en el gasto mensual.
En cambio, los UVA son elegidos por quienes tienen un co