La defensa numantina que planteó Antonio Hidalgo desde muy temprano terminó por resquebrajarse cuando Adu Ares cazó un mal despeje de Arnau Comas, quien no pudo dar la dirección deseada a su testarazo en el descuento. Se relamió el extremo, que ya había tenido media hora antes una ocasión clara, y esta vez batió a Germán Parreño, previa ayuda de un Miguel Loureiro que intentó sin éxito taponar el balón. El extremo bilbaíno cambió el sino de un choque marcado, primero, por los emparejamientos individuales y las persecuciones interminables; y, después, por los duelos aéreos.
Antes del sufrimiento, estuvo el baile, las carreras, y una presión perfectamente ejecutada por el Dépor que dejó sin aliento al Eibar. Sin salidas. Tampoco sin reacción a los excelentes movimientos de Luismi para sor