La imagen quedó grabada en Kigali: Mavi García, 41 años , exhausta, agarrando con fuerza esa medalla de bronce que sabe a oro. Una corredora que parecía haberlo visto todo en el ciclismo —desde victorias en clásicas hasta una etapa en el Tour de Francia este mismo 2025— encontró en Ruanda la pieza que le faltaba para cerrar un círculo vital y deportivo. “Es como haberlo hecho todo ya”, confesó tras la carrera, aún en shock, incapaz de asimilar del todo lo conseguido.
La mallorquina había anunciado que 2025 podría ser su último año, pero el podio mundialista le cambió los planes. No tanto por el metal en sí, sino por lo que simboliza. “Me sigo encontrando bien, sigo disfrutando con esto. Pensaba que el cambio de vida estaba muy cerca, pero todavía necesito tiempo para hacerme a la idea