Redacción
Ciudad de México.-Si en medio de una carne asada has puesto atención en el carbón, probablemente hayas notado que, al soplar con fuerza directo a las brasas, no sólo liberan una mayor cantidad de energía calorífica, por el oxígeno que agregamos a la combustión, sino que, además, se mantiene durante el tiempo que soplemos.
Algo muy parecido ocurre con el funcionamiento de un turbocompresor en un motor al presionar el pedal del acelerador, pues cuando dicho componente entra en acción, sobrealimenta la mezcla de oxígeno y la gasolina libera una mayor cantidad de calor; en consecuencia, empuja con mayor fuerza los pistones, es decir, incrementa la potencia.
Hoy en día, el uso de turbocargadores en los motores de los coches es más común, pues permite reducir el tamaño de los