Estudia el pasado remoto de las enzimas: proteínas esenciales para las células que podrían revelar secretos evolutivos del presente. Con su talento, se destaca en Argentina y el mundo, pero la asfixia presupuestaria, admite, “vuelve todo cuesta arriba”.
A María Laura Mascotti, investigadora del Conicet en el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza, la reconocieron con el premio Estímulo de la Fundación Bunge y Born. Tiene 39 años, lidera su propio equipo en bioquímica evolutiva y la espera un futuro promisorio ligado al estudio de las enzimas, las proteínas que define como “máquinas adentro de la célula”. Desde que comenzó su carrera, lo único que hizo fue sobresalir: tiene 37 artículos académicos publicados, fue citada cientos de veces, participa de comités editoriales y realiz