La llegada del calorcito invita a buscar alternativas refrescantes y, para los que priorizan el bienestar sin renunciar al placer, la solución está en la cocina. Preparar un helado casero, natural y refrescante nunca fue tan sencillo. Con un proceso rápido y solo dos ingredientes principales, podés disfrutar de una opción deliciosa, fresca y notablemente saludable. Este postre es una excelente alternativa a los helados ultra-procesados, ya que es natural y se puede realizar sin azúcares añadidos.

La protagonista de esta receta es la frutilla, que aporta una gran cantidad de beneficios nutricionales: por cada 100 gramos, las frutillas son una fuente excelente de vitamina C y flavonoides.

El secreto para obtener una textura suave y homogénea, similar a la de un helado cremoso, radica en la

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