El currículum de Marc Márquez le da de sobra para sentarse a la mesa con los mejores pilotos de la historia del motociclismo. Sólo los nombres más míticos pueden compararse con el chico del Cervera, al que la maldita lesión de húmero ha retrasado en su misión de colocarse en lo más alto de todas las clasificaciones que mezclan el blanco y negro de los tiempos míticos con la alta definición y el 4K actuales.
En 2019, cuando ganó su octavo título en total y el sexto de MotoGP, nadie dudaba de que al año siguiente iba a igualar las nueve coronas de Valentino Rossi. Pero el destino es caprichoso y en aquel mes de marzo se le fue la mano. Un coronavirus mandó a todo el mundo a su casa, confinados. El Mundial de MotoGP empezó tarde, con un formato comprimido, y en la primera ci