El diagnóstico que trazó la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB) podría replicarse en los otros centros turísticos del país: creció el número de visitantes en la última temporada de invierno, pero economizando gastos. Bien gasoleros.

Si bien la proyección es que los visitantes podrían llegar a superar el millón y medio a fin de año, la realidad es que no se quedan más de tres días promedio y gastan mucho menos que antes.

Las expectativas para el verano, en consecuencia, prevén un movimiento similar al del año pasado, con demanda concentrada en enero y febrero y muy posible activación y concentración en los alojamientos no tan céntricos.

Según el relevamiento, que se nutre de datos públicos de organismos como INDEC, EANA, el Observatorio Económico y Estadístic

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