**Gustavo Petro, sin visa, desafía a Trump y revive tensiones**
Esta semana, el discurso del presidente colombiano Gustavo Petro en la Asamblea General de la ONU ha generado un gran revuelo. En un contexto de críticas hacia la organización, Petro abordó temas como el narcotráfico, el cambio climático y la paz, pero su tono confrontativo ha suscitado controversia, especialmente con el gobierno de Donald Trump.
Andrés Rugeles, analista político, señala que el discurso de Petro se enmarca en la reciente descertificación que recibió de Estados Unidos por la falta de resultados en la lucha contra las drogas. Rugeles afirma que el presidente colombiano no logró distanciarse del régimen de Nicolás Maduro, lo que ha llevado a tensiones innecesarias.
La situación se complicó aún más cuando se anunció la revocación de la visa de Petro, un hecho que Rugeles considera predecible tras sus declaraciones en Nueva York. "Era deliberado en su intento de polarizar y profundizar su grieta personal con el gobierno del presidente Trump", comentó. Algunos miembros del gabinete de Petro han expresado su solidaridad renunciando a sus propias visas estadounidenses.
Rugeles advierte que las sanciones pueden ser graduales, comenzando con la revocación de visas y potencialmente extendiéndose a activos en el exterior. La administración de Trump, según él, no permitirá interferencias en sus asuntos internos ni el patrocinio de organizaciones narcoterroristas.
El Consejo de Relaciones Internacionales ha instado a Petro a adoptar una postura firme y distante respecto al régimen de Maduro, sugiriendo que su relación con el dictador venezolano se ha consolidado tanto ideológica como políticamente. Rugeles critica la creación de una zona binacional entre Colombia y Venezuela, que considera un atentado a la soberanía nacional.
Por su parte, el expresidente Ernesto Samper ha reaccionado a la revocación de la visa de Petro, recordando su propia experiencia en 1996. Samper afirmó: "Bienvenido presidente Petro al mundo de los que no tenemos visa" y criticó la situación actual de Estados Unidos, describiéndola como insegura y autoritaria.
Gustavo Petro, al enterarse de la revocación de su visa, hizo eco de las palabras de Samper, afirmando que no necesita visa para asistir a eventos en Colombia. Este episodio revive tensiones históricas entre Colombia y Estados Unidos, y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones bilaterales y la política exterior del país.
La situación actual pone de relieve la necesidad de que el gobierno colombiano reevalúe su postura frente a Maduro y el narcotráfico, en un contexto donde las sanciones podrían intensificarse si no se toman medidas adecuadas. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán estos acontecimientos en los próximos días.