La tarde del sábado se convirtió en una pesadilla en la capital risaraldense. Un aguacero dejó a más de uno con el corazón en la mano y el viento azotó con saña varios barrios, dejando un panorama de caos, techos volando, casas desprotegidas, árboles atravesados en plena vía y familias enteras corriendo por salvar lo...

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