El refugio construido en madera por una pareja de arquitectos en una isla del delta del Paraná se levanta como una inspiración para quienes sueñan con disfrutar de una casa integrada a la naturaleza cerca del río. La diseñaron Bárbara Berson y Horacio Sardin para habitarla con su hijo en ese bosque de sauces . Cada uno tiene su estudio de arquitectura pero decidieron proyectar y dirigir juntos la obra de esta maravilla de 95 metros cuadrados de superficie cubierta en un lote de 800 metros cuadrados. El escenario es un punto en la mapa al norte del conurbano bonaerense donde los autos son reemplazados por lanchas y los vecinos son isleños solidarios unidos por un grupo de WhatsApp.
La casa, cercana a los 28 barrios privados y los 50.000 habitantes de Nordelta, está posada en la