El partido entre Gimnasia y Rosario Central, por la fecha 10 del Torneo Clausura , no solo se recordará por el debut de Ángel Di María en el Bosque, sino también por su gesto de nobleza y agradecimiento hacia la hinchada tripera. Sin festejos por convertir su gol, el Fideo levantó la mano en forma de disculpas ante un Juan Carmelo Zerillo rendido a sus pies.
Di María, que fue la figura del encuentro con una asistencia para el segundo gol (ejecutado por Enzo Giménez) y un golazo personal a los 86 minutos, que sellaría la goleada 3-0, protagonizó una escena emotiva que trascendió el resultado: cabeza gacha, poca sonrisa y mano arriba hacia la platea del Lobo, quienes, a pesar de la derrota, lo ovacionaron durante el encuentro.
En este marco, finalizado el partido, el capitán Ca