Desde hace varios años he insistido en que poderosas organizaciones criminales en el país han convertido a los menores de edad en víctimas de su accionar delictivo, incitándolos y conduciéndolos a cometer gravísimos delitos, entre los que se destacan asesinatos, secuestros, fabricación y tráfico de armas de fuego, hurtos y tráfico de estupefacientes.
El ejemplo más reciente e impactante fue el asesinato de Miguel Uribe Turbay, perpetrado por un menor al que un juez impuso una condena de siete años, pena que no guarda ninguna relación con la magnitud del crimen y las condiciones que rodearon su planeamiento y ejecución. Sea el momento para advertir que llevamos más de tres meses y ahora parece que solo alias el costeño, alias Gabriela, alias el Veneco y este joven de quince años van a ser