Este mes, conmemoraremos el Día Internacional de la Caridad, un día destinado a recordarnos que debemos hacer una pausa y recordar nuestra responsabilidad compartida de ayudar a los necesitados. Pero si nuestra generosidad comienza y termina en una sola fecha del calendario, hemos perdido la verdad más profunda: la caridad no es un evento; es una forma de vida.

En Mateo 14:17-21, la Biblia nos habla de un niño que llevó su lonchera con cinco panes y dos peces a una ladera donde miles se habían reunido para escuchar hablar a Jesús. Ese pequeño almuerzo en las manos del niño solo podía alimentarlo a él. Pero en las manos del Salvador, se convirtió en suficiente para alimentar a las multitudes.

[Estamos en WhatsApp. Empieza a seguirnos ahora ]

Ese niño podría haberse quedado con lo poco

See Full Page