El pedido del presidente Gustavo Petro a los militares estadounidenses de desobedecer las órdenes de sus superiores -y que la valió el retiro de su visa el viernes de la semana pasada- podría acarrear consecuencias legales en Estados Unidos.

Aunque juristas y expertos consultados reconocen que se trata de un escenario complejo y no muy probable, sí apuntan a que, en principio, la legislación estadounidense contempla sanciones penales contra personas que inciten a la insubordinación o a la sedición.

El Código Penal, de hecho, establece varios delitos vinculados a la conspiración contra el gobierno y, en particular, existe una norma, la Ley de Espionaje de 1917 y su posterior enmienda, la Ley de Sedición de 1918, que está diseñada para castigar llamados a la desobediencia y al derrocamient

See Full Page