Dos de dos para el Gernika, que renace en la clasificación gracias al triunfo de este domingo, primero en casa, frente a un rocoso Alfaro. Los forales sufrieron por la estrechez del resultado, pero no concedieron oportunidades al conjunto riojano, y finalmente se llevaron con justicia los tres puntos. El temor a jugar en el anexo a Urbieta no fue un problema, ya que los de Jabi González se adaptaron bien a un campo más pequeño, pero con un buen terreno de juego, que permitía el juego rápido. Está previsto volver al campo original en diez días. Así que, si los plazos se cumplen, el derbi frente al Amorebieta podría tener un césped a estrenar.
El encuentro resultó muy competido y con pocas ocasiones de gol. El Alfaro mantuvo un talante defensivo, aunque tuvo su gran ocasión en la pri